La coincidencia de mi viaje a Noruega con la llegada de la primavera me permitió disfrutar de un paisaje maravilloso en plena explosión de vida. En la misma ciudad de Kristiansand una gran cantidad de árboles y arbustos estaban floreciendo, y también por los alrededores todo brillaba con la fuerza de la primavera manifestándose con vigor. Después del invierno, con el aumento de las horas de luz y la subida de la temperatura el entorno natural se transforma con una vitalidad imparable que invita a recorrerlo y hacer excursiones.
Uno de los días de mi estancia en Noruega recorrimos con mis sobrinos la Isla de Odderøya, en un paseo que te recomiendo si realizas un viaje a Kristiansand. Para acceder a la isla basta con acercarse hasta el centro y salvar uno de los dos pequeños puentes para cruzar a la otra orilla, pues es muy poca la distancia de separación. Con el centro me refiero a la zona donde están los locales de comidas y terrazas frente al mar, en el puerto. También allí se encuentra el pequeño mercado de pescado de la ciudad. Con las indicaciones anteriores es imposible no encontrar los accesos a la isla. En cualquier caso también una buena referencia visual es el edificio de tonos naranja del Kilden Performance Hall, un gran centro escénico de toda la región de Vest-Agder.
Antaño la isla era una zona de exclusivo uso militar, y todavía hoy es posible observar los restos de varios puestos de defensa y búnkers. De hecho son los sitios con mejores vistas de la isla los que presentan las antiguas fortificaciones, ahora bastante descuidadas algunas de ellas, la verdad. Tiempo atrás también se usó la isla como un inmenso centro de cuarentena, es decir con fines sanitarios. Pero en la actualidad Odderøya ha vuelto a manos de la sociedad civil y es un excelente activo de la ciudad de Kristiansand. Los restos militares quedan como el testimonio de un pasado bélico en que el control del Mar Báltico era muy importante.
Toda la isla está muy bien señalizada y con indicaciones apuntando a distintas playas y puntos relevantes. También se celebran allí en la actualidad actividades culturales y festivales de música al aire libre en verano con figuras de primera línea. Otra cosa curiosa que verás si recorres los caminos de Odderøya es que diseminadas por la isla hay varias edificaciones, antiguos pabellones seguramente de uso militar, que se han transformado en centros para actividades relacionadas con el cine, diseño o artes plásticas. Sin duda que la tranquilidad del sitio invita a la creación en estos ateliers en medio de la naturaleza.
En nuestra excursión a la isla de Odderøya llegamos casi al extremo sur para encontrar la edificación que alberga una cafetería (Odderoyas Venner) con unas vistas increíbles. Allí nos sentamos en unas mesas exteriores preparadas para hacer picnic y descansamos un rato contemplando cómo se alejaba hacia el horizonte uno de los muchos ferrys que enlazan con Dinamarca. El puerto de Kristiansand está en la ruta de muchos cruceros por Noruega, de los que recorren sus famosos fiordos. Todavía tuvimos energía para alcanzar el punto más elevado de la isla para deleitarnos con con la perspectiva sobre el mar y la gran cantidad de pequeñas islas diseminadas y recovecos que delimitan la costa de Noruega en la región de Vest-Agder.
Un paseo cuando llega la primavera a Noruega por la pequeña isla de Odderøya es impagable si viajas hasta el sur de Noruega. Por cierto, si buscáis hotel, mirad las recomendaciones de alojamiento en Kristiansand.
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