Costa Brava con niños, Torroella de Montgrí y Estartit

Nuestro viaje por la Costa Brava con los niños nos llevó a visitar los pueblos de Torroella de Montgrí y Estartit. Administrativamente forman una sola unidad pero se trata de dos poblaciones bien diferenciadas separadas por apenas 6 kilómetros de distancia. Torroella en el interior es una localidad llena de historia y edificios nobles, mientras que el Estartit, ha crecido a remolque del boom turístico en la misma costa. En cualquier caso, forman un conjunto muy recomendable para el turismo familiar, completado con la presencia mayúscula de las fabulosas Illes Medes. Ambas poblaciones comparten uno de los sellos de Destino de Turismo Familiar de Cataluña.

Playa en Estartit con las Illes Medes al fondo
Playa en Estartit con las Illes Medes al fondo

Seguimos nuestro periplo por la Costa Brava y si en Roses dormimos en un bungalow preciosos en el Camping Salatà, en esta ocasión nuestro campamento base lo establecimos en el Hotel Medes II de Estartit, que recomiendo encarecidamente por la amabilidad del equipo que lo lleva y por tratarse de un establecimiento verdaderamente familiar y muy acogedor. Esa es la impresión que nos llevamos, aunque en el hotel propiamente tampoco estuvimos mucho tiempo.

La mayoría de las horas las pasamos explorando la zona, hasta el punto de que el más peque de la familia volvía absolutamente dormido, derrotado, en brazos del que escribe, por la noche camino de nuestras habitaciones. De los alojamientos y los sitios dónde comer en la Costa Brava norte puedes saber más siguiendo el enlace, en el que encontrarás una relación de todos los establecimientos que probamos, con una reseña particular de cada uno. No te lo pierdas.

Buscando piratas en las Illes Medes

El primer día en el Estartit pasamos un buen rato surcando las aguas del Mediterráneo a bordo de la barca de la Núria. Con el simpático Quim de patrón de un bote tradicional de madera pero adaptado para los paseos turísticos navegamos en dirección norte con el ritmo suficiente para apreciar cada recoveco de la costa y deleitarnos con los mil detalles de las rocas de los acantilados o los refugios que ofrecen las calas más cercanas a el Estartit. El tamaño del laúd permite incluso atravesar la Roca Foradada, lo que sin duda a los peques emociona. Y por dos veces, pues en la ruta de vuelta, pasamos otra vez por este capricho natural excavado en la piedra de la Costa Brava. Aunque por caprichos, los siete islotes que forman el archipiélago de les Illes Medes. Apuntando la proa hacia las islas que gozan de la protección del conjunto del Parc Natural del Montgrí, les illes Medes i el Baix Ter vivimos momentos muy felices.

Navegando por la Costa Brava
Navegando por la Costa Brava

Todo parecía dispuesto para tener unos instantes de esos memorables. El sol, el balanceo del barco, gotitas de agua salada que venían a buscarnos, los peques absortos contemplando activamente todo el entorno… Supongo que todo lo que las familias buscamos cuando salimos a conocer rincones del mundo. Allí estaban condensados y lo vivimos intensamente. Poder disfrutar de estos flashes en que cada detalle de la escena es pertinente, auténtico y emotivo justifica un viaje familiar.

A bordo de la Barca de la Nuria
A bordo de la Barca de la Núria

Cuando llegamos a las Medes ya habíamos estado hablando un rato con Quim, y los niños lograron ganarse su confianza como para pilotar el barco. Agarrando con sus manitas la rueda del timón parecían unos auténticos lobos de mar, observando posibles movimientos de naves piratas en el horizonte o incursiones de corsarios. Han pasado unos cuantos por aquí a lo largo de la historia, así que no era descabellado ver alguno dispuesto a abordar alguna embarcación de incautos…

Con el fondo adaptado de la Barca de la Núria pudimos maravillarnos con los bajos llenos de vida de las Illes Medes, y el brillo fugaz de peces que revoloteaban por debajo de la quilla.

Paseo en kayak por la Costa Brava con niños

Tanto nos gustó meternos en el agua a bordear la Costa Brava que al día siguiente repetimos, aunque cambiando el formato de barco y el sistema de propulsión. Nos montamos con los niños en unos kayaks de mar y palada a palada nos fuimos hasta la cercana calita de nombre Cala Calella. Esto que no parece nada, nos costó un buen rato y unas buenas risas. Para empezar nos tronchamos con la vestimenta. Cuando nos vimos en las instalaciones de Medaqua embutidos en los trajes de neopreno ya nos entró la risa floja y las bromas y carcajadas no nos abandonarían hasta la vuelta. ¡Que bien lo pasamos todos haciendo kayak en la Costa Brava!

Con las precisas instrucciones y prácticas iniciales en la arena superadas, emprendimos la expedición con tres kayaks dispuestos a comernos el mar Mediterráneo. Y más todavía. Teníamos que remar hasta la China, según nos gritaba mi hijo pequeño, justamente el único con rol de pasajero 100%. – Venga, hasta la China y más allá, decía, animando al grupo. En el puerto más o menos le cogimos el truco a lo de los remos, pero ya cuando nos quedamos sin el abrigo del espigón la cosa se complicó un poquito más por el oleaje. Eso lejos de derrotarnos hizo que nos esforzásemos con los remos, y como el peque de la casa nos animaba cantando a grito pelado, seguimos a buen ritmo.

viaje-costa-brava-belleza

Ciertamente con las canoas disfrutamos de un contacto directo con el mar, y pudimos acercarnos hasta casi tocar las rocas, viendo aparecer y sumergirse los mejillones con el vaivén del agua o las algas brillar cuando afloraban una y otra vez. Alegremente la expedición llegó a la estrecha Cala Calella y allí paramos un rato para reponer fuerzas y admirar el soberbio paisaje. De regreso al Puerto de Estartit seguimos con el cachondeo y hasta nos picamos un poco con los kayaks para ver quién iba delante con mejor cadencia.

Con este rumbo el mar de fondo jugaba a nuestro favor, haciendo el trabajo con los remos menos duro, y ofreciendo la oportunidad de gozar de una visión privilegiada del litoral y la desembocadura del río Ter. Cuando desembarcamos todos teníamos en la cara una sonrisa dibujada y nos sentíamos muy afortunados por lo bien que lo habíamos pasado.

Momento de descanso con los kayaks
Momento de descanso con los kayaks

Después de una sabrosa comida en el Restaurante Els Arquets nos desplazamos tierra adentro para dar un paseo por Torroella de Montgrí. Admiramos sus edificios antiguos y estrechas callejuelas que nos hablan de su historia, de ataques piratas, de épocas de dominación francesas, guerras, pestes y  mil vicisitudes. Los primeros pobladores de la zona del Bajo Ter y el Macizo del Mongrí se establecieron aquí 300.00 años atrás atraídos por la abundancia de recursos naturales. Hoy en día esta localidad del Baix Empordà es una población con una gran y variada vida cultural como ejemplifica el Festival Internacional de Músicas o el Museo del Mediterráneo. Nos encantó la tranquilidad de Torroella y lo bien conservado que está la parte antigua del pueblo.

Plaza Mayor de Torroellla de Montgrí, Girona
Plaza Mayor de Torroellla de Montgrí, Girona

Turismo Familiar en Cataluña

Agradecemos a la Agència Catalana de Turisme el apoyo brindado para conocer la Costa Brava con los niños. En la Oficina de Turismo de Torroella de Montgrí y Estartit podrás encontrar mucha información interesante y útil sobre actividades, playas, el Parque Natural, alojamiento, dónde comer y mucho más para disfrutar de tu viaje a la Costa Brava con niños.

 

4 comentarios en “Costa Brava con niños, Torroella de Montgrí y Estartit

  1. Esto sí lo tenemos cerca de casa y desde luego nos apuntaremos la recomendación, porque lo del kayak me ha encantado, aunque nuestra niña aún es muy pequeña para este tipo de actividades.

    1. Hola Pau, ahora mismo no me acuerdo de la edad mínima. Por eso te sugiero que contactes con la gente de Medaqua, que seguro que te informarán amablemente. Te dejo sus datos de contacto T. 972 752 043 info@medaqua.com
      Saludos!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *