El Museo Nacional de Antropología en la capital de México es un centro que acumula tal cantidad de información y piezas históricas que es tan magnífico como inabarcable en una única visita. Es parecido a lo que sucede al penetrar en grandes museos como El Prado en Madrid o el Louvre de París. Es imposible saborear toda su oferta expositiva de una tacada. Así que recomendamos ver lo más representativo o lo que a uno a priori sabe que le gustará más, dejando irremediablemente algunas obras y salas atrás sin prestar una atención que seguramente merecen. Nosotros en este caso teníamos muy claro qué queríamos ver (la Piedra del Sol) en el MNA de México.
En Ciudad de México hay muchos museos interesantes que compiten por aparecer como imprescindibles pero yo me inclinaría por designar el Museo Nacional de Antropología de México como uno de los primordiales. Entre otros motivos por exponer al público una joya increíble y de incalculable valor conocida en medio mundo. Se trata de la Piedra del Sol o Calendario Azteca.
En nuestro viaje a México con niños no queríamos volver a España sin haber podido disfrutar de esta obra cumbre de los mexicas, sin menospreciar otras piezas singulares de las colecciones del museo.
Visitar el espléndido Museo Nacional de Antropología
El Museo Nacional de Antropología de México está emplazado en una de las zonas más amables de Ciudad de México, junto al Bosque de Chapultepec, un gran pulmón verde de casi 700 hectáreas, lleno de ardillas muy vivaces, un lugar muy agradable en el gran caos urbano de la mega urbe capital de México.
Nada más entrar sorprende las grandes dimensiones del museo y su arquitectura de líneas ortogonales y planos verticales. El edificio, terminado el año 1964, es obra del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez y la verdad que nos encantó por su simplicidad.
En un patio central aparece un estanque cuadrado y una gran columna que sostiene un techo de hormigón. La columna, como si fuera de estilo trajano, está recubierta con un relieve de figuras esculpidas en bronce. Esta parte a la que llaman el paraguas es bien llamativa y espectacular.
Desde el patio se accede a cada una de las salas divididas por épocas y legados arqueológicos de los pueblos de Mesoamérica. En la planta baja se encuentran las salas de arqueología mientras que en la planta alta se distribuyen las salas de etnografía.
Siguiendo nuestras apetencias y dado que no queríamos causar una sobredosis de museitis a los niños nos centramos en los apartados de arqueología relativos a Teotihuacán y al Imperio Mexica. Con las dos salas y algunos espacios extra que recorrimos ya nos colmamos por una jornada en el museo.
Para hacerte una idea en la planta baja están las siguientes salas: Introducción a la antropología, Poblamiento de América (30000 a.C. – 2500 d.C.), Preclásico en el Altiplano Central (2500 a.C. – 100 d.C.), Teotihuacán (100 – 700 d.C.), Los Toltecas y el Epiclásico (700 – 1200 d.C.), Mexica (1200 – 1512 d.C), Oaxaca, Costa del Golfo, Maya, Culturas de Occidente y Culturas del Norte. Y en la parte superior hay once salas más todavía que como decíamos antes corresponden a exposiciones de etnografía. ¡Es imposible digerir amablemente todo ello en un día! Y no hemos mencionado las exposiciones temporales o especiales que pueda ofrecer el museo y que cambian cada cierto tiempo.
La Piedra del Sol un icono mayúsculo
De todo el Museo Nacional de Antropología de México una de las piezas más impresionantes y conocidas es la Piedra del Sol, todo un icono y símbolo en México.
Se trata de una mole de 24 toneladas de piedra basáltica que reproduce la cosmología de la cultura mexica. El gran disco fue labrado durante la época de esplendor de los Mexicas, alrededor de 1512 (Período Posclásico mesoamericano) si bien fue «descubierto» en el año 1790 enterrado en la Plaza Mayor de la ciudad de México. Se cree que se ocultó, no muy lejos del Templo Mayor, deliberadamente para proteger la Piedra del Sol de los desmanes de los españoles.
Una vez hallada la colosal obra se expuso en una de las paredes de la Catedral por intercesión entre otros del estudioso Antonio de León y Gama, que ensalzó las cualidades de la obra frente a los que la creían realizada por seres inferiores adoradores de ritos paganos. Por muchos años siguió allí a la intemperie, incluso resultó ser la diana de los soldados americanos durante la Guerra México-Americana de los años 1846-1848.
En 1855 fue trasladada al Museo Arqueológico hasta que definitivamente el 1964 la Piedra del Sol fue de nuevo recolocada en el Museo Nacional de Antropología e Historia, ocupando el lugar más destacado y protagónico de la Sala Mexica.
Qué es la Piedra del Sol
A grandes rasgos hemos visto la historia de la pieza pero ¿Qué significado tiene y qué representa la Piedra del Sol o Calendario Azteca?
Las interpretaciones e intentos de esclarecer el completo significado de la Piedra del Sol son múltiples y variados a lo largo de la historia. En la actualidad se cree que no es realmente un calendario sino que se trata de una piedra iconográfica que conmemora el tiempo creado y destruido por los dioses, una imagen del orden cosmogónico del mundo considerado por los mexicas.
Colocada de forma horizontal se piensa que sobre ella se realizaban ritos, combates o el sacrificio de prisioneros con el fin de alimentar con su sangre el tiempo.
En el disco central de todo el conjunto aparece Tonatiuh, el dios solar y en los diversos anillos concéntricos se representan dioses, eras y días, elementos típicos de calendario para formar un todo que a primera vista sorprende por su complejidad y precisión.
Es necesario tomarse su tiempo delante de esta pieza para intentar entender el galimatías de símbolos y dibujos que uno percibe en primera instancia. En el Museo Nacional de Antropología de México ocupa un lugar preeminente y se nota cierta presión de otros visitantes del museo que están esperando para sacar una foto. Así que de forma paradójica en lugar de estar mirando la obra muchos son los que le dan la espalda para quedar inmortalizados con ella. Toda un hecho inesperado de la que no escapamos pues también nosotros nos sacamos una foto familiar con la Piedra del Sol a nuestras espaldas.
Es tal la importancia de esta pieza mexicana que la podemos encontrar reproducida en infinidad de sitios. Para empezar en la propia moneda que circula en México, como en una colección de pesos acuñados en 1993 que reproducen partes de la Piedra del Sol. Y para terminar, o continuar si prefieres, en todo tipo de objetos o prendas que inundan los quioscos o sitios de souvenirs. La propia tienda del museo está llena de ítems con la Piedra del Sol reproducida de mil formas posibles.
Otras obras destacadas del museo
Cómo puedes imaginar en el museo se encuentran otras piezas sobresalientes y singulares más allá de la Piedra del Sol. En general todo nos sorprendió seguramente por tener las referencias de otras culturas más interiorizadas. Entre una escultura griega o la representación de una deidad azteca la verdad que nos asombra mucho más la segunda.
Entre las obras a reseñar destaca el Monolito de Tláloc, que es una escultura que representa la diosa de la lluvia o deidad femenina del agua. La obra es una mole de piedra de 7 metros y 160 toneladas que da la bienvenida al Museo Nacional de Antropología. Nos impresionó también por su tamaño Chalchiuhtlicue, diosa de las aguas horizontales en la Sala de Teotihuacán.
Mona de obsidiana. Por sus formas tan delicadas y realizada en un material tan particular esta vasija es una de las piezas más destacadas del museo. Chac mool. Se trata de un tipo de figuras en las que se realizaban sacrificios. Hay un cuento muy conocido e inquietante del gran escritor mexicano Carlos Fuentes cuyo título es precisamente Chac mool. Hemos mencionado cuatro obras pero lo cierto es que podríamos seguir con una extensa lista.
Cómo llegar y entradas al Museo Museo Nacional de Antropología
El Museo se encuentra (ver mapa adjunto) en Avenida Paseo de la Reforma y Calzada Gandhi s/n Col. Chapultepec Polanco. Del. Miguel Hidalgo. C.P. 11560, México, D.F. Para llegar en transporte público las mejores paradas son Metro Auditorio (Línea 7) y Metro Chapultepec (Línea 1). El Museo se encuentra aproximadamente a 1.3 km. de las estaciones de metro.
Las entradas, o boletos como los llaman en México, cuestan 70 pesos ($70.00 MXN) si no recordamos mal. Los nacionales entran gratis. El MNA está abierto de martes a domingo, de las 9:00 a 19:00 horas todo el año.
Otros magníficos museos en Ciudad de México
Nos quedamos con ganas de visitar más museos en Ciudad de México, algunos incluso que nos recomendaron antes de viajar rumbo a América. Entre ellos está el Papalote Museo del Niños, o el Museo Interactivo de Economía (MIDE). El primero de ellos fue una lástima no poderlo visitar pues estaba en plena remodelación y por eso cerrado al público. Nos habían hablado muy bien de este centro que está emplazado también en el Bosque de Chapultepec en el centro de la ciudad. Aquí va una pequeña lista de museos interesantes para visitar en Ciudad de México.
- Papalote Museo de los Niños
- Museo Interactivo de Economía (MIDE)
- Museo Casa de León Trotsky
- Museo del Templo Mayor
- Museo del Palacio de Bellas Artes
- Museo Soumaya
Puedes completar más información de ellos en la página oficial de turismo de Ciudad de México y ver la lista entera con muchos más centros en la propia ciudad y otras informaciones de interés para visitar la gran urbe mexicana.
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