Hay mucho que ver y experimentar en Málaga a lo largo de la Semana Santa. También en cualquier otro momento del año. Pero en esos días el espectáculo de las procesiones, tan variado como sorprendente, está servido en la capital de la Costa del Sol. No te lo pierdas.
No se trata de un viaje de larga distancia, ni de una aventura “al filo de lo imposible”, no te tienes que vacunar contra las enfermedades tropicales ni dejar instrucciones por si no regresas –aunque nunca se sabe- , pero si te gustan los viajes “especiales”, no te da miedo el mar y no te importa padecer algunas incomodidades por dos o tres días, puedes probar a navegar por el Mediterráneo como tripulante a bordo de uno de los veleros que cada año compiten en la regata “La ruta de la sal”. En internet tienes mucha información. No necesitas ser un lobo de mar, sólo tener ganas de aventura. Combinarás una experiencia genuinamente marinera, que a ratos puede ser tan dura como fascinante, con el glamur pijo plus y elitista de los clubs náuticos y los Martini. Te quedas con lo que más te guste.
La regata se celebra cada año –va por la 23 edición- del jueves al domingo de la Semana Santa. Los barcos zarpan de Barcelona –y de Denia, en Alicante- hacia Ibiza. La travesía, según los vientos y el estado del mar puede durar entre dos y tres días, aunque nunca se puede estar seguro… hasta que has llegado.
Se trata de una prueba clásica, que se ha convertido en la regata en mar abierto más importante de Europa, en la que ya participan más de 300 veleros de diversos países.
Su origen hay que buscarlo en el pasado, en la Barcelona, de 1846, en el marco de las guerras carlistas. La ciudad ha quedado bloqueada, hay escasez de víveres y entre otras muchas cosas, escasea la sal. Un comerciante barcelonés planteó traer la sal de las salinas de Ibiza a varios barcos, pagando más –en oro- a quien regresara primero con la carga, y menos –progresivamente- a los siguientes. Tres embarcaciones aceptaron el reto. Esa fue la primera regata de la sal. La ganó el “Halcón Maltés”, una goleta de 32 metros de eslora, de Baltimore, al mando del capitán Andreas Potrus.
Han pasado muchos años y tempestades desde entonces, pero ahora se conmemora cada primavera esa aventura decimonónica, a la vez reto deportivo y comercial, que abre la temporada de regatas en el Mediterráneo.
Si quieres jugar a Ulises, ahí tienes una opción singular.
By Bartleby
Este sitio usa cookies para mejorar la experiencia de navegación y uso de la web.AceptarRejectLeer más
Privacy & Cookies Policy
Privacy Overview
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.