A veces la impresión que nos llevamos de alguna ciudad se construye gracias a pequeños detalles que son reveladores de la idiosincrasia del lugar. No lo puedes tomar como algo definitivo pero sí que describen el aroma del sitio y constituyen informaciones que luego serán relevantes en nuestro recuerdo del sitio o destino visitado. Son detalles, un flash, una imagen que sin saber a veces la razón se graba en la memoria con una pregnancia inusitada. En mi viaje a Galicia para conocer la ciudad de Vigo me llevé los recuerdos que te narro a continuación, pequeñas observaciones que me gustaría compartir contigo.
Barcos, muchos barcos
En mi viaje a Vigo por ejemplo me llamó mucho la atención una pequeña tienda al lado mismo del Hotel AC Palacio Universal Marriot donde me alojaba. En un espacio realmente pequeño pero que alcanzaba para acumular un gran desorden había un taller de marquetería. Desde el exterior, pues no llegué a entrar, observé una gran cantidad de barcos de modelismo. No grandes buques con dos o tres palos sino construcciones modestas expuestas en medio de un aparente caos y acumulación de materiales.
Farolas de la Playa de Samil, Vigo
¡Qué bonitas las farolas que dan luz a todo el paseo que nos encontramos en la playa de Samil! Me gustó ver las formas de cangrejos o peces en su base, mientras en lo alto la apariencia era la de una ancla. No recuerdo haber visto antes unas farolas tan náuticas, que aquí encajan a la perfección en esta zona de recreo de los habitantes de la ciudad de Vigo.
Bosques y setas en las Islas Cíes
En las preciosas Islas Cíes se encuentra una gran variedad de especies marítimas, pero fruto de mi ignorancia, no pensaba encontrar unos preciosos bosques y unas setas enormes. Visitar la Isla de Monte Agudo (o del Norte) y la Isla de O Faro (o del Medio) fue toda una experiencia, y a parte de la famosa playa de Rodas, existen muchos motivos para acercarse a conocer este conjunto del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de Las Islas Atlánticas de Galicia.
Trabajadoras en los ferrys a primera hora
La Ría de Vigo a primera hora presenta un aspecto precioso. Se adivinan las luces de la otra riba y se puede respirar esa tranquilidad aparente de cuando todo está a punto de empezar. El inicio de un nuevo día en la Ría de Vigo es un espectáculo mayúsculo. Pero no todo es poesía. Madrugar nos va a permitir conocer el trajín de ferrys que dibujan las primeras estelas en el interior de la ría. Me sorprendió constatar que la mayoría de los pasajeros eran mujeres que ajenas al paisaje abandonaban los barcos con paso ligero, sin duda en una contrarreloj para llegar puntuales al trabajo.
Julio Verne en la Ría de Vigo
Julio Verne aparece en Vigo rodeado por los tentáculos de un gran pulpo. Cualquiera podrá pensar ¿Qué relación guarda el autor de ciencia-ficción con la mayor ciudad de Pontevedra? Pues la tiene, evidentemente, ya que el conocido escritor francés menciona la ciudad en su libro 20.000 leguas de viaje submarino. Y en frente del Real Club Náutico de Vigo lo encontraremos. Otro monumento destacado que podemos contemplar en el centro de Vigo es El Sireno, un ser híbrido mitad pez y mitad hombre, obra del escultor Francisco Leiro.
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