El día 31 de Diciembre zarparán de la marina deportiva del puerto de la ciudad de Barcelona once veleros para iniciar la vuelta al mundo sin escalas ni ayudas externas, probablemente la competición náutica más arriesgada de las que existen, cargada de aventuras y peligros.
Es la Barcelona World Race 2010, en su segunda edición. Esta singular regata de más de tres meses de duración, que se celebra cada cuatro años, ha reunido a experimentados y duros navegantes –también hay mujeres- que recorrerán más de cuarenta y seis mil kilómetros, o casi treinta mil millas, cabalgando las olas de todos los océanos. Dos tripulantes en cada uno de los once barcos que el último día de este 2010 tomarán la salida. Ellos y ellas son la élite de la navegación deportiva, amantes del mar y de sus grandes desafíos.
Los barcos son todos ellos IMOCA Open 60, de 18 metros de eslora, veloces, resistentes, fiables. Lo que cuenta es la habilidad y pericia de los tripulantes de cada uno de ellos, la estrategia y, por supuesto, la suerte y el estado de la mar en cada punto. La ruta desde Barcelona pasa por el estrecho de Gibraltar, Canarias, el Cabo de Buena esperanza y ya en el Océano Índico, el estrecho de Cook; desde allí habrán de cruzar todo el Pacífico, doblar el Cabo de Hornos y remontar el Atlántico de sur a norte hasta enfilar de nuevo el estrecho de Gibraltar y volver, al fin, a Barcelona
Eso sí que es un viaje, pero no de placer, aunque quizás sí, que hay un inexplicable placer en enfrentarse a las más duras condiciones, en crecerse ante los retos, el cansancio, las inevitables averías, las peores tormentas.
¡Buen viaje a los navegantes!