La venta anticipada de viajes ha muerto. O si no ha fallecido está pasando un mal momento, una lenta agonía. Es una afirmación que ya he oído dos veces en un período relativamente corto de tiempo. Primero lo comentó la responsable de marketing de una aerolínea y después lo he escuchado en términos parecidos, expresado por el responsable de marketing y comunicación de una importante compañía de cruceros española.
¿Qué está pasando con la reserva anticipada?
Pues hay varias explicaciones, pero el contexto económico podría ser la causa principal de esta modificación de los hábitos viajeros. Ya de por sí, en España, reservamos más tarde que en otros países, pero ahora la gente no puede anticipar sus planes ya que hay temor a perder ingresos, y se quedan en modo stand by, esperando a verlas venir, o pensando que más adelante encontrará una posible oferta. Pasa igual en otros sectores. Esta forma de proceder se ha acentuado en un entorno de precios cambiantes. Los consumidores ahora saben que el precio de la reserva de su hotel, vuelo o crucero va a cambiar y esperan hasta el último momento para hacerla efectiva. Cuando hay un conocimiento exacto de la disponibilidad de los recursos económicos es cuando dan el paso final. También creo que nos estamos acostumbrando a un mercado constantemente ofertizado donde las compañías low cost, los metabuscadores, comparadores y webs de compra colectiva y cupones atraen cada vez más consumidores. Esto va en dirección contraria de la previsión cuando compramos, e incentiva la compra impulsiva.
Este cambio en el balance de reservas anticipadas versus reservas de último minuto dificulta el trabajo de planificación, complica la gestión y añade incertidumbre a los balances de las compañías. Los equipos de marketing trabajan con mucha presión conocedores que las temporadas se deciden en pocos días. Un claro ejemplo los vemos en este post referente a Logitravel: A las puertas del verano, nos queda todo por vender. En este otro vemos la intensa lluvia de ofertas para estimular la reserva anticipada.
La famosa crisis y los cambios en los hábitos de consumo parecen poner coto a la reserva de viajes anticipada. ¿Crees que sobrevivirá?
Bueno no se puede generalizar tampoco.
Es verdad que la maduración de una decisión de viajar es distinta a las de hace 5 años, pero también depende del tipo de producto que ofrezcas.
Un ticket de avión, un crucero ya son commodities, se venden online y no necesitan de planificacion previa.
Un viaje a medida a Patagonia ya es otra casa.
Nosotros estamos vendiendo con mas de 6 meses de anticipación como todos los años.
En nuestro producto esto no se nota tanto.
Es cierto que la tipología del producto conlleva unos tiempos de reserva distintos, y la entrada generaliza bastante, pero igualmente me parece que hay un acortamiento del tiempo. Esto lo podemos ver sobretodo en lo que se llama «escapadas» o «city breaks».
¡Gracias por tu comentario Matias!