Con mucho placer volví hace días a realizar un viaje al Priorat para asistir al desayuno organizado por el Hotel Hostal Sport y Cellers Scaladei en Falset. Marta Domènech, la directora del hotel, nos citó a varios amantes del vino, bloggers y expertos en turismo para sentarnos alrededor de una mesa, probar su estupenda cocina y hablar de enoturismo. ¿Qué mejor iniciativa para celebrar el Día Europeo del Enoturismo, verdad?
Haciendo gala de su gran hospitalidad y saber hacer, Marta dispuso una sala exclusiva para el grupo, y allí se sirvieron unos desayunos espléndidos, de los de tenedor. Había para elegir pies de cerdo, arenque con judías, bacalao frito y otras especialidades de la casa. No os podéis imaginar lo bien que me sentó el desayuno después de madrugar para llegar a Falset desde Barcelona. Para acompañar los platos, no podía ser de otra manera, un excelente vino de Cellers Scaladei del 2012.
¿De que hablamos en en el encuentro #TastaSport? La conversación giró sobre la promoción turística del Priorat, sobre qué tipo de viajeros encajan mejor con el destino o son el perfil deseable, o mejor dicho ideal. En este sentido se dibujaba un tipo de viajero más o menos culto, capaz de apreciar el paisaje tan bien conservado de la zona, interesado por la gastronomía y por supuesto ávido por descubrir nuevas sensaciones relacionadas con el vino. En realidad estábamos haciendo un retrato robot del enoturista, ya fuera nacional o de procedencia internacional. El turismo familiar en el Priorat fue otro tema debatido, pensando que el enoturismo y los viajes con niños no deberían ser incompatibles. Aquí algunos recordaron meriendas de la infancia con pan, vino y azúcar. ¡Qué rico! Yo también creo que no debería haber problema en la mezcla de enoturismo y viajar con peques si en los cellers o bodegas los niños encuentran actividades o explicaciones adaptadas. ¡Y un buen mosto para catar!
Hablamos de si los turistas que visitan la Costa Daurada depués se acercan a las bodegas y cellers en el Priorat, de los transportes (minibus particular para catas en bodegas) en la comarca, sobre tours privados en la zona y también salió a colación la iniciativa de un numerosos grupo de empresarios locales agrupados bajo la marca Priorat Enoturisme.
Una de las frases que se dijeron y que todavía hoy después de varios días me resulta muy acertada: El verdadero lujo es la autenticidad.
Lo pudimos comprobar unas horas más tarde, ya que algunos de los asistentes nos desplazamos sorteando las curvas y viñas del Priorat hasta la bodega de Cellers Scaladei. Y allí penetramos en el recinto que ya siglos atrás los monjes de la Cartuja de Scala Dei usaban para su producción vinícola. Las mismas piedras, el dintel con la fecha de 1692 marcada, el techo ennegrecido por los años, autenticidad pura, cero artificio. Probamos varios vinos, y como no podría ser de otra forma, nos parecieron excelentes todos. Fue el punto final a una estupenda jornada otoñal por este territorio tan maravilloso.