Nuestra primera toma de contacto con Cantabria nada más llegar fue de lo más divertido, pues sin apenas prolegómenos nos dirigimos al Parque multiaventura de Cabuérniga desde el aeropuerto de Santander.

No veas cómo de contentos se pusieron nuestros tres peques al iniciar así nuestro viaje a Cantabria ¡Y qué bien lo pasamos!

Cabierniaventura es un parque genial para disfrutar de un día en familia soltando adrenalina por todos tus poros. En nuestra visita tuvimos tiempo de catar una buena muestra de las propuestas de aventura y acción que allí encontrarás.

Con el siguiente vídeo damos fe que no desaprovechamos el tiempo y lo divertido que es visitar Cabuerniaventura.

Adrenalina en el Parque multiaventura de Cabuérniga

De forma similar a una degustación gastronómica intentamos probar todas y cada una de las propuestas de aventura y acción en el parque.

Trepar por las alturas y deslizarse en tirolinas

Equipados correctamente y respetando las medidas de seguridad ascendimos por la estructura que ofrece los grados de dificultad suficiente para mantenerte alerta, concentrado y con la sensación de vivir una gran aventura emocionante. Y nada mejor para bajar que hacer uso de las tirolinas. ¡Qué divertido!

La gran tirolina de Cabuerniaventura

¿Queréis más emociones? En este parque temático puedes supurar adrenalina mientras te deslizas por una larguísima tirolina de cerca de 100 metros. Pero antes deberás ascender hasta la torre de 14 metros armado de valor y dispuesto a sentir una sensación muy cercana a volar.

Un gran reto para los amantes del equilibrio

El juego de apilar el número máximo las cajas de cervezas o Birrarium es uno de los hits del parque, aunque es bien simple. Sólo se necesita una buena cantidad de cajas de cerveza vacías, estar asegurado y una pértiga para ir acercando al equilibrista más piezas de su particular torre. El Birrarium es todo un reto para tu sentido del equilibrio venciendo el vértigo. El récord está en 27 cajas apiladas, sí, una encima de otra. ¿Parece increíble, no?

Salto elástico, el gran desafío

En el equipo Viajares la más atrevida es mi mujer, y no quiso perderse el salto elástico, que para más inri es de espaldas. Aquí el que escribe no acumuló suficiente arrojo, pero el pabellón de Viajares quedó bien alto 🙂

Tiro con arco

Práctica con arcos y flechas intentando imitar a Guillermo Tell, o el elfo Legolas del Señor de los Anillos si nos ponemos en plan moderno.

Aprendiendo a conducir con karts

A base de piernas los peques pudieron conducir por un circuito especialmente pensado para ellos. Atención con las señales de tráfico, pasos cebra en los que pueden cruzar peatones o la pintura que delimita los carriles. Aquí no quitan puntos, pero habrá que volver a la casilla de salida, o descansar un rato a modo de penalización. ¡Y con el asfalto mojado, igual que los campeones de la F1!

Paseo a lomos de un poni

El pequeño de la casa se dio un paseo de lujo por el parque montando como un experto cowboy. Montar a caballo siempre es excitante.

Guerra fratricida con pistolas láser

Ya se hacía tarde y empezaba a oscurecer pero no dejamos pasar la oportunidad de empezar la que casi se podría calificar de tercera guerra mundial. Sin compasión y echando el resto nos lanzamos a competir unos contra otros sin importarnos que la noche se nos venía encima. Nuestra guerra con pistolas láser fue genial.

Alojamiento y cena en Renedo de Cabuérniga

Esta claro que después de vaciar el depósito de adrenalina necesitábamos una buena cena y una buena cama en la que descansar, aunque a decir verdad los peques se hubieran quedado fritos en el lecho de un faquir después de una jornada tan intensa.

En la población de Renedo de Cabuérniga encontramos lo que necesitábamos y mucho más. Devoramos una cena de categoría y dormimos de maravilla en la Posada El Roblón, atendidos de la mejor manera posible por Dulce y Luisma.

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