Tengo un vivo recuerdo de nuestro viaje en familia a Islandia, un país muy recomendable para viajar con niños y para los amantes de la naturaleza y los paisajes abiertos.
Uno de los atractivos más mencionados del país y que forma parte de lo que se llama el círculo de oro es Thingvellir. Aquí se encuentran dos placas tectónicas, la euroasiática y la norteamericana, dando lugar a un paisaje y una orografía únicas. Un gran lago domina la zona y en diversos puntos hay grietas profundas llenas de agua cristalina con unas formas inimaginables. Thingvellir fue declarado Parque Nacional en 1928. Es una de las joyas islandesas imprescindibles si viajas a este país. Ya hemos dicho que forma parte del círculo de oro o Círculo Dorado, una ruta que agrupa atracciones turísticas relativamente cerca de la capital Reykjavík.
Thingvellir o Þingvellir, en islandés, reúne también una cultura y un significado muy especial para los islandeses que se remonta en el tiempo siglos atrás. Y es que este es el emplazamiento de lo que fue el primer parlamento en Islandia. En Thingvellir también se proclamó la independencia de la República de Islandia el 17 de junio de 1944. Aquí se encontraban desde antaño los habitantes para celebrar sus reuniones, resolver disputas, impartir justicia y proclamar nuevas leyes. En este espacio abierto y tan majestuoso se citaban pues todos los islandeses para decidir sus cuestiones cívicas o tribales. Hay que estar ahí para imaginarlos a todos atendiendo, esparcidos por la zona, desde diferentes «localidades» de este anfiteatro natural cincelado por la naturaleza.
En un viaje a Islandia no puedes dejar de visitar Thingvellir para sentir la fuerza de la naturaleza en sintonía con la razón de los hombres y mujeres de este bello país.
Un lugar con muchísima energía, lo de las grietas de las placas tectónicas es alucinante.
Sí, es un sitio muy muy especial y aunque es de los más visitados en Islandia tampoco está abarrotado ni es incómodo. ¡Hay que ir, sí o sí!
Gracias por tu comentario Pau