En mi viaje a Hautes-Pyrénées, o Altos Pirineos, tuve la ocasión de visitar el Parc Animalier de Argelès-Gazost y allí me acordé mucho de mis hijos pues es un lugar que sin duda a los niños les entusiasmaría. Yo puedo decir que también lo pasé de maravilla y me emocioné de verdad. Sobre todo por la proximidad de los animales y claro, también por las especies que puedes contemplar. No se trata de un zoo, sino de un gran espacio en la montaña en el que los animales ocupan distintos recintos acordes con sus características, bastante grandes en algunos casos, lo que les permite una vida en semi libertad en algunos casos o por lo menos, digna. Debo decir que personalmente los zoos me generan controversia. Por un lado me siento feliz por tener la ocasión de contemplar bellos animales (me gustan mucho, también la naturaleza en general) pero igualmente tristeza al ver sus condiciones de vida, de reclusión. Son animales en prisión y yo eso no se lo deseo a nadie, humano o animal.

El Parque de Animales del Pirineo

Si viajas a los Altos Pirineos en familia te recomiendo dedicar una mañana o casi una jornada entera a esta reserva de animales. Si se tercia incluso puedes comer allí al aire libre pues hay zonas habilitadas para hacer picnic dentro del parque, a parte de la cafetería que se ubica en la entrada.

De todas las especies del recinto hay dos muy significativas. Bueno, hay más, pero dos me robaron el corazón. Siguiendo el recorrido propuesto por el parque la primera de las dos que me entusiasmaron y en cuyo recinto yo pondría un sofá bien cómodo para pasar por lo menos una hora es la piscina con las nutrias. Qué animal más simpático, vivaz y chisposo. Ver nadar una nutria es un espectáculo que deseas que nunca termine, y si es en las condiciones de observación de este parque más todavía. Un cristal nos permite ver cómo evolucionan por debajo del agua con pasmosa facilidad, suben a las piedrecitas de la piscina, saltan de nuevo, se retuercen dibujando tirabuzones debajo el agua, sacan la cabeza, nadan de espaldas, de cara, de costado, cazan al vuelo la comida con que los premia el cuidador y otra vez se tiran al agua moviendo alegremente sus cabecitas. Es un verdadero show. La pareja de nutrias del Parc Animalier son una gran distracción y ya os digo que allí me hubiera tirado por lo menos una hora ensimismado contemplándolas.

La otra especie que fue una maravilla poder ver de cerca es la de los osos pardos. En el Parc Animalier des Pyréneés pueden estar orgullosos de tener toda una familia de osos, con el inmenso Baloo al frente, acompañado de Canelle y dos bolitas de pelo oscuro preciosas que tendrán apenas unos meses (Nao y Kuma). Los dos pequeños osos ya os podéis imaginar que son la joya de la corona del recinto. Y por segunda vez afirmo que viendo las evoluciones de esta familia de plantígrados del Pirineo se me habrían pasado las horas tranquilamente. Estoy seguro que si visitas este centro con tus hijos a ellos les ocurrirá algo parecido, o incluso a vosotros mismos. ¡No pasa cada día que puedas meter la nariz en una familia de osos! O ver un gran oso pardo macho erguido a escasos metros. Afirmo que impresiona…

El Parque de Animales del Pirineo acoge bastantes animales más como podéis suponer. Es el hogar de rebecos, linces, ardillas, unas simpáticas marmotas, jinetas, venados, buitres, y también lobos. Si te gustan mucho estos últimos, que sepas que te puedes quedar a dormir en el parque, dentro de una cabaña de madera, al lado de su recinto. Al anochecer les ponen la comida y puedes contemplarlos a través de un cristal a escasos metros. La cabaña en sí, está ambientada en plan cazador de montaña, toda hecha de troncos, pero con todas las comodidades que necesita una pareja, o una familia. Tiene que ser divertido estar ahí con luna llena jugando a que viene el lobo, o la loba, y que sea verdad.

Al terminar el recorrido por el parque se llega de nuevo al edificio principal que es a la vez la entrada, donde uno tiene la oportunidad de comprar mil tipos de recuerdos y chucherías. Pero justo antes de la tienda nos explicaron que hay un espacio dedicado a tareas pedagógicas y talleres para los críos.

Me hubiera encantado visitar en familia el Parque de Animales del Pirineo pero no ha sido posible esta vez. Espero que surja la oportunidad más adelante ya que estoy convencido que merece la pena conocer Hautes-Pyrénées con los peques. ¡Hasta puedes dar de comer en la mano a unas simpáticas marmotas! ¿No te gustaría? ¿Y tener a un oso pardo tan tan cerca? Sin duda recomiendo una visita familiar al Parc Animalier des Pyrénées en el sur de Francia.

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