En la última población de Cataluña, en los cerros que dominan las tierras de Vinaròs en la frontera entre Tarragona y Castellón se alzaba el poblado ibérico conocido con el nombre de la Moleta del Remei. Fuimos a conocerlo con los niños y pasamos una mañana bien entretenida aprendiendo sobre nuestros antepasados y su forma de vida.
Quién sabe si los íberos habitantes de la zona antes de la llegada de los romanos ya se relamían los bigotes con los langostinos y las galeras tan sobresalientes y famosas de la costa. Lo que sí se conoce es el acierto en la elección del lugar en el que se asentaron, en la vertiente sur de la Serra del Montsià. Desde aquí gozaban de una excelente perspectiva sobre el Delta del Ebro, la desembocadura del río Sénia y sobre la extensa planicie de Vinaròs.
La Moleta del Remei era un centro amurallado muy cercano a la población actual de Alcanar del cual dependían pequeños asentamientos próximos. En él vivía la aristocracia de la tribu, que ejercía su poder controlando los excedentes de los alrededores con los que comerciaban y hacían intercambios con otros pueblos del Mediterráneo.
Así vivían los íberos de entonces, en un periodo ininterrumpido que alcanza desde el s. VII hasta el s. II aC. en que la llegada de los romanos desencadenó en el abandono del lugar para siempre. Algo similar sucedió en otro recinto de los íberos en Calafell.
En la Moleta del Remei de Alcanar los niños pudieron observar los restos de varios hogares, almacenes de cereales y las murallas defensivas. También subimos a lo que era una torre de observación para admirar el paisaje desde esta posición tan privilegiada. Como el recinto no es muy grande casi que en media hora lo recorrimos en su totalidad mientras leíamos los paneles explicativos de cada resto arqueológico. Después de la visita a la Moleta del Remei nos fuimos a tomar un estupendo aperitivo en el bar de la ermita, que está a escasos metros de la colina.
Por el camino los peques treparon hasta arriba de los olivos milenarios que rodean el poblado y que tienen unas impresionantes cepas. ¿A cuántos niños habrán sostenido entre sus ramas a lo largo de prolongada existencia?
Fotos de nuestra visita familiar a la Moleta del Remei
Cómo llegar a la Moleta del Remei
Salir de la población de Alcanar en dirección a la vecina Ulldecona. La carretera serpentea y va ascendiendo por las lomas cercanas al pueblo. Pronto vemos el cartel indicativo del poblado a la derecha en la misma dirección que la Ermita del Remei.
Los meses de julio, agosto y septiembre está abierto los sábados y domingos de las 17.00 a las 20.00 h. y el resto del año los mismos días pero desde las 11.00 hasta las 14.00 h. Si no recuerdo mal la entrada al recinto cuesta dos eurillos y los más pequeños tienen la entrada libre. Hay más información en la página de Turismo en Alcanar.
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