Si una cosa tiene la comarca del Priorat en Tarragona es buenos vinos y un precioso paisaje muy bien conservado. En mi visita a esta del interior de la Costa Daurada tuve la ocasión de conocer las instalaciones y los viñedos de la bodega Capafons-Ossó. Ello fue posible gracias a la gentileza del Hotel Hostal Sport de Falset, del que ya hablé anteriormente.
Pasé un día inolvidable en la naturaleza y aprendiendo muchas cosas de enología gracias a Francesc Xavier, el patriarca del Celler Capafons-Ossó, cuyo entusiasmo y amor por su tierra y sus viñas me impresionó.
Curiosamente, esta bodega produce vinos de dos denominaciones de origen distintas, ya que las características del terreno y su emplazamiento así lo exige. Por un lado tenemos vinos con D.O. Montsant de la finca Masia Esplanes mientras que los de la D.O.Q Priorat son de la finca Mas de Masos. En el primer emplazamiento se producen los vinos Masia Esplanes, Vessants y Roigenc, mientras que de la parte con D.O.Q Priorat salen los vinos de nombre Enllaç, Sirsell, Masos d’en Cubells y Mas de Masos. Pero ahí no acaba la cosa. Hay más vinos todavía e incluso una marca propia de aceite extra virgen bautizado como Llims d’Or.
Con Francesc Xavier recorrimos las dos masías y fue una experiencia intensa y muy gratificante. Hablamos mucho y también abrimos la puerta a gozar de los sentidos. Tocando la tierra con nuestras manos, olfateando las hierbas del campo y escuchando la paz de los viñedos. Vale la pena mencionar pero que los incesantes conciertos de las chicharras nos lo pusieron difícil. Por último dimos placer a nuestra garganta probando una amplia gama de vinos para rematar la jornada.
Caminando bajo un precioso sol de mediados de julio Francesc Xavier me explicó su forma de proceder y filosofía. Una manera de cultivar la viña con una perspectiva muy interesante que tiene la búsqueda de la calidad y la excelencia como meta. Todo ello con una visión a la vez ecológica y de respeto al medio ambiente. Más que respeto quizás podríamos habla de integración, de cooperación. En este contexto dijo una frase que se me ha quedado grabada. Nosotros somos los jardineros del Priorat. Es toda una declaración de intenciones.
Es imposible reproducir aquí la cantidad de explicaciones y razonamientos que me brindó Francesc Xavier, pero estoy seguro que se expresaba con la misma naturalidad y amabilidad que cuando recibe visitas de destacados gurús del mundo del vino. Exportan a medio mundo y son frecuentes las visitas de amantes del vino que han viajado hasta estos rincones de la Costa Daurada desde Japón, Estados Unidos, Alemania o cualquier otro país.
El final de nuestro recorrido tenía una meta previsible, la cata. Aquí debo reconocer que quizás mi incultura dificultó que no apreciara en su totalidad la calidad de los vinos, pero qué queréis que os diga, superó totalmente mis expectativas. ¡Menudos vinos! El más joven creo que tenía unos 8 o 9 años y disfruté de lo lindo. Excelentes vinos en su color, aromas y penetrante sabor. Un trabajo familiar lleno de amor, delicadeza y constancia que proporciona unos resultados de primerísimo nivel.
Imagino ahora en setiembre el Celler Capafons-Ossó inmerso en la fiesta de la vendimia, recolectando los frutos de un año de trabajos, cuidados y conservación de las viñas. Les deseo desde aquí una buena cosecha para que dentro de unos años se repita el ritual de abrir una botella de su celler y podamos disfrutar de nuevo los ricos sabores y aromas del Priorat.