La ciudad de Núremberg en Baviera es un destino muy acertado si estás pensando en un viaje a Alemania. A diez minutos del centro de la ciudad se encuentra el famoso parque de Playmobil junto a la sede central de la compañía. Eso ya debería ser un estímulo suficiente para un viaje con niños pero la propia ciudad tiene razones de peso propias que justifican un vuelo hasta allí. Sigue leyendo para saber qué ver y qué hacer en una escapada a Núremberg con niños.

Castillo Imperial o Kaiserburg

Para empezar te recomiendo visitar la fortaleza que domina la ciudad con su silueta inconfundible, el Castillo Imperial o Kaiserburg. Desde aquí es impresionante la visión que se puede obtener de toda la población y los alrededores, pues al ser el punto más alto, la panorámica alcanza hasta el horizonte en la región de Franconia.

El Castillo Imperial alberga un interesante museo en el que aprender sobre la edad media, y el papel de la fortaleza en el conjunto de la historia alemana, con salas repletas de información. Las estancias con espadas, ballestas, armaduras y corazas llamaron mucho la atención de los peques. En el contexto del castillo les parecía andar inmersos en una versión real del juego Clash of Clans.

Una vez en el recinto del Castillo Imperial de Núremberg es muy divertido ascender hasta lo alto de la Torre Weise. Después de dar varias vueltas por una formidable escalera de caracol un premio en forma de mirador de 360 grados nos espera en lo alto. Cuando oteas en todas direcciones puedes contarles a los peques que durante la II Guerra Mundial la ciudad quedó casi destruida y arrasada por completo. ¡Quien lo diría, verdad!

Mercado navideño y callejuelas llenas de historia y encanto

En Núremberg pueden presumir de uno de los mercados navideños más famosos de Europa. Cuando se acerca la Navidad son millones las personas que encuentran un hueco en sus agendas para visitar el mercado de Christkindlesmarkt, que así se denomina en alemán. Delante de la Iglesia de Nuestra Señora se alzan innumerables puestos de venta de artesanía, decoraciones y obsequios que dejará puntualmente en casa Papa Noel. La magia se ha apoderado de la plaza, ya que allí mismo se puede disfrutar de la Fuente Maravillosa o Schöner Brunnen. Si no puedes viajar a Núremberg en Navidad no te preocupes, pues podrás disfrutar de un mercado a lo largo del año, aunque claro, el espíritu navideño no estará allí.

Tradiciones alemanas

Transitar por las calles de la ciudad más poblada de la región de Franconia es tener la oportunidad de acercarse a las tradiciones alemanas, especialmente las relacionadas con la gastronomía. Seguro que la palabra «cerveza» se dispara en tu mente, y efectivamente, las hay de muy ricas, pero no todo es beber. La comida típica alemana también vale la pena, y es una ocasión para los peques de probar cosas ricas de nombres irrepetibles.

Nosotros nos sentamos en la terraza del centenario Bratwursthäusle (abierto el año 1.313), al lado de la iglesia de San Sebaldo y disfrutamos de lo lindo con lo que nos sirvieron. La casita del establecimiento parece sacada de un cuento, y su chimenea humeante nos llamó poderosamente la atención. ¡No podíamos irnos de la ciudad sin probar sus famosas salchichas o el rábano picante.

Tiendas y compras en Núremberg

La tienda de Lego es un caramelo que no necesita explicación alguna, pero a los peques también les gustará entrar a la tienda de Staedtler, fundada en la ciudad y conocida por sus lapices y material de escritura diverso. Al ejemplo de estas dos tiendas se podrían sumar cientos más; comercios de todo tipo y bares con terrazas al aire libre. Por no hablar de los puestos en la calle en los que comprar fruta, verduras y alimentos locales. En la calle königstraße las tentaciones consumistas son difíciles de contener.

Paseando por la ciudad con niños

Los diferente puentes sobre el río Pegnitz son una invitación constante a recorrer las calles del centro de Núremberg, sobretodo si vais acompañados de niños. Para ellos es un juego cruzar de un lado a otro en cada ocasión, y para los adultos un recurso para estirar un poco más un paseo con el reto de atravesar por enésima vez las tranquilas aguas del río. El centro de la ciudad queda delimitado por la antigua muralla, y las torres que se conservan te avisaran si sales por equivocación del meollo. Muchas de las calles son peatonales o con un tráfico muy tranquilo, así que un paseo en familia resultará muy agradable.

Existen una amplia variedad de experiencias de turismo familiar para completar una escapada a Núremberg como son el Museo del Ferrocarril, el Tiergarten Nürnberg (jardín zoológico), dar una vuelta por el lago Wöhrder See o la visita a la casa del famoso Alberto Durero, por mencionar algunos.

Playmobil Fun Park en Zirndhorf

Una visita al parque de Playmobil es algo que les encantará a los niños. Después de haber estado allí (lee el relato de nuestra experiencia en Playmobil Fun Park) no me extraña que sea uno de los motivos esgrimidos por las familias que viajan hasta esta ciudad de Alemania.

El desplazamiento desde la estación central de Núremberg hasta la entrada del parque te tomará 20 minutos a lo sumo y la visita os aseguro que no defrauda. ¡En casa guardamos todos un excelente recuerdo!

Del aeropuerto de Núremberg al centro de la ciudad

Nosotros volamos los cinco con la compañía aérea Vueling despegando desde Barcelona, y en poco más de 3 horas ya estábamos en Alemania.

Es muy sencillo desplazarte del aeropuerto hasta la ciudad de Núremberg. Nada más salir a la calle desde la terminal de llegadas se accede al metro que te acerca hasta el centro mismo de la ciudad. La línea es la U2 del metro U-Bahn y hasta la estación central de trenes Nürnberg Hbf –  Anwanden se tarda apenas 15 minutos. Sacamos los billetes en una máquina expendedora, pero nos costó un poco, pues solamente aparecían instrucciones en alemán.

Nuestro alojamiento familiar en la ciudad de Núremberg

En nuestro viaje con los niños a Núremberg nos alojamos en un de los establecimientos de la cadena AO Hostels, muy cerca de la estación central. Gozamos de una habitación sencilla en la cuarta planta con unas literas, un par de camas y baño más ducha independiente. Algo muy sencillo pero más que suficiente para nosotros.

Desde la habitación gozamos de unas excelentes vistas que nos permitían ver una de las torres de la antigua muralla. En el hostel los niños pequeños no pagan, lo cual es un detalle que se agradece. En la ciudad hay una gran oferta de alojamiento, así que si te interesa un hotel para ir con niños en Núremberg sigue el enlace.

Fotos del viaje a Núremberg en familia

 

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