En un post anterior os hablaba del Vallès Oriental, el Hotel Molí de la Torre y de actividades para hacer en sus alrededores. Un poquito más lejos podemos visitar uno de los monasterios más singulares de Cataluña por su emplazamiento colgado en las rocas. En realidad es curioso observar lo bien que escogieron los sitios para construir estos recintos en la antigüedad. Parece que la geolocalización lleva varios siglos inventada y la Iglesia domina su técnica. El lugar del que hablo hoy es el Monasterio de Sant Miquel del Fai, ubicado en despeñaderos de los Cingles de Bertí, cerca de Sant Feliu de Codines.