Cuando mi mujer y yo realizamos el crucero por el Mediterráneo que ya he ido explicando aquí en el blog, tuvimos la oportunidad de visitar fugazmente varios países y sobretodo ciudades realmente atractivas. Todas ellas con un puerto con la capacidad de albergar un gran crucero como el nuestro, el tristemente famoso Costa Concordia. La excepción sería Roma, que aparece en muchas de las rutas de los buques, pero en realidad se atraca en la próxima Civitavecchia, desde la que existen múltiples maneras de llegar a la capital italiana. De todos los puertos mediterráneos en los que hicimos escala, el más espectacular de todos es sin duda el de La Valletta, en la isla de Malta.
La llegada del barco, a medida que se va acercando a la isla es un momento muy especial, pues permite adivinar el perfil de la ciudad y su fachada marítima, y con la altura que proporciona un crucero la perspectiva general es inmejorable. El barco realiza un zigzag para adentrarse en las aguas tranquilas del puerto, y a ritmo pausado busca el pantalán o muelle para finalmente atracar.
Este es una buena ocasión para tomar fotografías de la ciudad y de todos los detalles de este precioso puerto natural del Mediterráneo. En cierta medida nos recordó el puerto de Maó, en Menorca, por la coincidencia de la tonalidad de las piedras y muros que se divisan, y también por saber aprovechar un capricho natural, una entrada del mar en la tierra como refugio para las embarcaciones.
Ahora es muy bonito y práctico pero antaño contar con esta protección era una gran ventaja frente a las inclemencias del Mediterráneo y ante la presencia de piratas y corsarios.
Después de desembarcar buscamos uno de los famosos autobuses amarillos de Malta para acercarnos al centro de la ciudad. Al no disponer de mucho tiempo decidimos recorrer las callejuelas de la parte antigua sin rumbo fijo, observando los edificios con sus balcones de tipo inglés y las huellas del paso de tantas culturas por la isla. La verdad que nos gustó mucho caminar por las empinadas calles y descubrir el mar asomando al final de muchas de ellas. La Valletta es una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980 que bien merece una estancia más prolongada.
Se respira un ambiente sosegado, alejado de las prisas de las grandes urbes, y los numerosos miradores que se vuelcan hacia el exterior invitan a sentarse y dejar el tiempo pasar contemplando el azul del mar y saboreando la brisa marina.
Llegamos a la isla a primera hora de la mañana, y nuestro crucero zarpó cuando el sol ya iniciaba su retiro, con un mar plácido y confiado, disfrutando de un bello panorama del puerto mediterráneo de La Valleta difícil de olvidar.
Muy bonito!
Gracias Menudos Vajeros. La Valleta es una ciudad preciosa.
Malta es una extraordinaria Roca … me encanto, aunque no pude disfrutar de esas vistas de la valeta tan impresionantes desde un crucero …
Me encantó el país y sin duda volveré!
Yo tembién tengo muchas ganas de volver de nuevo.
Gracias Alfonso por el comentario