Nuestra excursión con los niños a la Font del Burgar esconde un pequeño fracaso, lo admitimos, pues la idea original era llegar hasta el conocido sitio en lo alto de la Serra de Montsià llamado La Foradada y contemplar desde allí el Delta del Ebro. Lo cierto es que salimos ya algo tarde de casa, después de merendar y tampoco los peques estaban muy convencidos con la caminata, así que disfrutamos de la fuente y dejamos la excursión a La Foradada con los niños para otra futura ocasión.
La idea inicial tenía de aliciente que desde los casi 700 metros de altura de La Foradada las vistas sobre el conjunto del Delta del Ebro son espectaculares pero ya digo que otra vez será, pues no se trata de obligar al personal, sino de disfrutar toda la familia y pasarlo bien sin agobios. Y la verdad es que los niños nos ganan en las votaciones, tres a dos, a la hora de decidir.
Nos sorprendió mucho que al adentrarnos en el macizo de Montsià la vegetación fuera tan frondosa pues desde lejos parece una montaña mucho más rocosa, desnuda y seca. Pero nada más dejar el aparcamiento ya vimos que estábamos equivocados pues la vegetación en algunas partes lo cubría todo, con abundancia de pinos, encinas y otras especies típicas mediterráneas. La montaña estaba preciosa y brillante debido a las lluvias recientes, con una atmósfera muy nítida y clara. La excursión la hicimos el día después de una gran tormenta acompañada de lluvias en la zona.
Lejos de admirar el paisaje y gozar con la excursión la marinería de la nave Viajares se rebeló y empezaron las protestas, las quejas, las amenazas veladas dirigidas al puente de mando y los «viejos trucos» para sabotear una caminata. Que si una sed que me muero, que si falta mucho, que si paramos a descansar, y otras tretas más vistas que el logo de Google. Seguramente si hacéis viajes o escapadas con los peques os suenen estas excusas o cómo lo quieras llamar. En este punto te recomiendo leer el post Viajes con niños: Trastadas, pollos y marrones, para mayor información 🙂
Pero volvamos al tema. En media hora y poco más de andar llegamos hasta la Font del Burgar y nos quedamos allí, abandonando la idea inicial de la excursión. Las fuerzas insurgentes aceptaron el pacto de llegar hasta aquí y echar el ancla. Hay que decir que el lugar nos encantó y los niños lo pasaron en grande buscando renacuajos en la fuente y haciendo sus investigaciones biológicas. Y la verdad es que se trata de un sitio muy agradable, con unas preciosas encinas centenarias.
Hay varios paneles informativos explicando el sistema geológico de la zona, las principales claves de la vegetación y el tipo de fauna que habita por la montaña. También en las inmediaciones se encuentran unos antiguos hornos de cal, ahora un poco restaurados o acondicionados. Se conoce que tiempo atrás el uso de la montaña del Montsià era sin duda muy distinto al actual. Lo que antes eran caminos y atajos de trabajo ahora son rutas para el ocio y el deporte del personal que visita la zona. Y en concreto esta parte de la ruta que seguimos en dirección a La Foradada es muy transitada y conocida en el sur de Cataluña.
En definitiva, pasamos una tarde muy agradable en nuestra excursión con los niños a la Font del Burgar tras caminar apenas tres cuartos de hora por un sendero de poca dificultad en un paraje muy bonito. Pero queda pendiente volver para intentar completar todo el recorrido y subir a contemplar el panorama desde lo alto de La Foradada. A fin de cuentas es una de las actividades más chulas que se pueden hacer por la zona del Delta del Ebro ¡Habrá que hacer pues un segundo intento con la marinería convencida!
No conocia estas rutas y por lo que he podido ver merecen mucho la pena. Gracias por el descubrimiento.
Lo recomiendo mucho para hacerlas con los peques.
Gracias por vuestro comentario 🙂