Cuberterías, libretas, planchas, auriculares, ropa interior, alicates, radios, muebles, griferías, cuadros, muñecos, juguetes, fotos viejas, cámaras de fotos y accesorios antiguos, móviles, cajas de herramientas, telas, pinturas, lámparas, bicicletas, frascos de vidrio vintage, zapatos, sierras, candelabros, bufandas, espejos, ropa usada de todo tipo, cepillos y libros de texto pretéritos.
La lista de objetos que puedes comprar en el mercado Fira de Bellcaire podría ocupar páginas y páginas, y seguro que todavía nos dejaríamos cosas. Los productos y enseres que aquí se exponen son una sorpresa constante y es uno de los mayores atractivos para venir a descubrirlos. No buscar nada y que sea un objeto llamativo y a buen precio el que nos encuentre a nosotros. Esta es la esencia de Los Encantes, igual que pasa en otros mercadillos del mismo estilo como el Rastro madrileño.
Yo diría que esta sensación de que un objeto se puede encaprichar de nosotros es lo más llamativo del mercadillo de Los Encantes de Barcelona y que en el nuevo emplazamiento se ha mantenido. Más allá de la arquitectura, el estrenado nuevo recinto, el techo de polígonos de espejos indiscretos o las nuevas casetas de los feriantes, para mi este es el principal logro del cambio de ubicación. Mantener el ambiente y hasta cierto punto la emoción de no saber que te encontrarás en una visita al mercadillo. Y regresar a casa contento con una joya en nuestro haber, por supuesto.
Altavoces, letreros, maniquís, cinturones, set de manicura, cables eléctricos, aceiteras, paellas, bombillas, vestidos de novia, cazuelas, maletas, mecheros, velas, muñecas viejas, objetos de decoración variopintos, pomos de puertas, jarrones, comics, interruptores, aspiradoras, esculturas, sillones, botas de agua, abrelatas y persianas.
¿Visitar los Encantes con niños?
Sí, sin ningún tipo de problema. Fuimos a conocer la nueva casa de la Fira de Bellcaire con niños y pasamos un buen rato simplemente mirando y deteniéndonos cuando algo nos sorprendía. Los críos lo pasaron estupendamente bien clavando su mirada en el techo para reconocernos entre la multitud y también bajando la vista a ras de suelo para detectar objetos raros y curiosos. ¡Y hay un montón! Discos de vinilo, por ejemplo, que sí, son una rareza para ellos, nacidos en la era digital. Eso sí, los tres niños bien cerquita todo el rato para no perderlos en medio del gentío. Entrar a un mercado siempre es una experiencia enriquecedora para los peques y este en Barcelona bien merece una visita. A parte que en los alrededores hay muchos puntos interesantes y nuevos.
Con el traslado de Los Encantes completado, los planes de remodelación de la plaza de las Glorias van sumando hitos. Poco a poco se va dejando atrás la antigua disposición para convertirse en un polo muy atractivo de la ciudad de Barcelona. Aquí encontramos el centro comercial Glòries, ya abierto desde hace años, y también el edificio del Centre de Disseny, que bien merece una entrada o artículo exclusivo. Para completar tenemos también la Torre Agbar, adquirida recientemente para convertirla en hotel de lujo, y el Teatro Nacional, que es la sede oficial de teatro para la Generalitat. Muchos edificios destacados en una zona reducida que podemos conocer dedicando una mañana por la zona en familia. Muy cerca también hay buenos alojamientos de corte low cost. Por un lado tenemos el edificio que alberga Melon District, del cual hablé aquí, y también un recién estrenado Travelodge. Me acuerdo bien de este último pues asistí a su inauguración unos meses atrás.
La nueva localización de Los Encantes es una excusa perfecta para recorrer una Barcelona que cambia constantemente, tan rápido a veces que se hace extraña a los propios locales.
Información práctica de Los Encantes
El mercadillo abre los lunes, miércoles, viernes y sábados, de 9:00h a 20:00h.
Tienes más información en la web de Encants Barcelona.
Cómo llegar con transporte público
Puedes llegar a la Plaça de les Glòries con el metro, Línea 1 roja, bajando en la estación de Glòries. Las paradas de la L2 lila, Encants y Monumental, quedan algo más lejos.
Autobuses 7, 92, 192, H12 y V21.
En tranvía con las líneas T4, T5 y T6.
¡Qué bueno! Me ha encantado descubrir que la Fira de Bellcaire sigue manteniendo su espíritu. Temía que, tras la remodelación, acabase transformada en un centro comercial al uso pero que veo que conserva el mismo encanto de siempre. ¡Cuántas horas me habré pasado fisgoneando sus paradas! En cuanto vuelva a Barcelona me paso. Un saludo!
La verdad que se mantiene algo y a la vez resulta un espacio muy fotogénico.
Gràcies pel comentari Alícia.