Calafell en la Costa Daurada es una localidad que ha experimentado grandes cambios. Un pueblo de casitas bajas de pescadores se ha convertido en una localidad costera que atrae cada año veraneantes que buscan buenas playas, días de sol y relax cerca del mar Mediterráneo en Cataluña.
Los humildes hogares de pescadores de antaño son ahora edificios que cobijan a los turistas, hoteles, supermercados y todo lo que necesita una localidad que acoge a muchos visitantes durante los meses con buen tiempo (que son muchos) en la Costa Daurada. Y milagrosamente de alguna forma se mantiene el aroma marinero de los viejos tiempos, sobretodo porque la espléndida playa de la localidad sigue inalterada.
Calafell tiene mucho atractivo para el turismo familiar y grandes posibilidades de actividades y sitios que ver.
Desde el año 2008 Calafell goza del distintivo de localidad ideal para el turismo familiar, el sello que otorga la Generalitat de Catalunya del que ya he hablado en alguna ocasión por aquí y que puedes localizar en el mapa con todas las localidades DTF catalanas.
En nuestra escapada familiar a Calafell los días pasaron volando y disfrutamos de sus interesantes propuestas con mucha alegría.
Qué ver y hacer en Calafell en plan familiar
- Disfrutar de la playa kilométrica de Calafell
- Cofradía de Pescadores Sant Pere
- Ciudadela Ibérica de Calafell
- Castillo medieval de la Santa Creu
- Calafell interior, el núcleo antiguo
- Dónde alojarse y gastronomía en Calafell
Playa kilométrica de Calafell
En Calafell encontramos una playa inmensa con una agua cristalina. Nada más y nada menos que un arenal de más de 5 kilómetros con una buena variedad de chiringuitos, juegos para los peques en la arena y todo tipo de servicios. Hay también un club infantil para niños de 4 a 11 años. Se pueden alquilar barcos de vela ligera o kayaks, y surcar la costa comprobando cuán transparente y limpia es el agua del Mediterráneo aquí. Para ello basta acercarse a la Escuela de Vela que encontrarás al lado de la Cofradía de Pescadores.
La playa de Calafell es conocida cómo “la playa del biberón”, por la calidad de su arena dorada, del mar y por la suavidad de las pendientes cuando se entra en el agua, algo muy característico de las playas de la Costa Daurada.
La playa de Calafell, que goza de todo tipo de distintivos y banderas de calidad, es un poderoso reclamo, un señuelo en el que todos los que visitan Calafell caen felizmente.
Cofradía de Pescadores de una villa marinera
Para saber más sobre el Calafell del siglo pasado, conocer las técnicas de pesca antiguas y la vida ligada estrechamente al mar Mediterráneo que tenían los habitantes de la localidad hay que acercarse al edificio de la antigua Confraria de Pescadors de Sant Pere. Este centro interpretativo nos da las claves para entender los cambios que ha experimentado Calafell, y por extensión varios de los pueblos de costa diseminados por el territorio de la en Tarragona.
El edificio de la cofradía está situado en el Paseo Marítimo y es muy fácil de localizar. En su interior podemos conocer la forma de vida de los pescadores, distintas formas de pesca artesanal y sus aparejos propios, y contemplar unas maquetas muy bien realizadas de barcos de pesca.
Nos gustó especialmente una gran recreación de la playa de Calafell con los edificios de pescadores en primera línea de mar, la playa y las barcas varadas en la arena.
Muy pocas casas de antaño permanecen hoy en día, pues han dejado paso a bloques de apartamentos y hoteles, pero hay algunas excepciones singulares. Precisamente una de las edificaciones que se mantiene es la casa del conocido poeta y editor Carlos Barral. En la actualidad alberga el Museo Casa Barral.
Visita a la Ciudadela Ibérica de Calafell
Retrocedimos miles de años atrás para sumergirnos en la historia de los antiguos moradores de esta localidad de la costa catalana, justo antes de la llegada de los romanos. La Ciudadela Ibérica de Calafell está situada a medio camino de la parte de la localidad que bebe a orillas del mar y el pueblo un poco más en el interior.
Disfrutamos mucho esta visita en la que la recreación y experimentación histórica está al orden del día. Así da gusto acercarse a la historia y mirar atrás para conocer nuestro pasado cuando uno visita un museo o atractivo turístico en compañía de niños.
En el recinto de la ciudadela probamos a escribir nuestro nombre con el alfabeto de los íberos, armamos un muro mezclando barro y paja, penetramos en un hogar típico para hacernos una idea de la vida cotidiana aquí miles de años atrás y aprendimos sobre la organización social y forma de vida de uno de los pueblos que prosperaron en el levante peninsular.
Castillo medieval de la Santa Creu de Calafell
No se puede negar que una población con castillo siempre es un plus y la hace más atractiva a los ojos de los peques. En Calafell cuentan con el Castillo medieval de la Santa Creu que no dudamos en visitar y explorar de cabo a rabo.
Domina toda la población y los alrededores desde su punto estratégico elevado y es una visita obligada para todos los que se acerquen a esta población de Tarragona. Hay que situar el castillo en una época en que su emplazamiento coincidía con los avances y retrocesos de la reconquista. Los niños hicieron la visita con un dispositivo que leía los códigos QR con información y lo pasamos estupendamente bien.
Una de las recompensas que aguardan a los valientes que paseen por lo alto de los muros del castillo son unas estupendas vistas en 360 grados. Se puede apreciar claramente la gran extensión del municipio y la diferencia entre el núcleo antiguo del pueblo dispuesto rodeando el castillo y la urbanización más reciente del litoral.
Calafell en el interior, el núcleo antiguo
La parte de la localidad más alejada de la primera línea de mar mantiene todavía con mayor intensidad el sabor de pueblo y una fisonomía no tan alterada por el turismo. En la plaza principal del pueblo gozamos de un ambiente vespertino excelente con baile de sardanas y una atmósfera muy familiar.
La tarde anterior nada más llegar los peques se pusieron a jugar a la pelota con otros niños en la misma plaza. Cuando vienes de la ciudad estos detalles son los que marcan la diferencia.
Alojamiento y gastronomía en Calafell
La oferta de alojamiento y sitios para comer, restaurantes y bares es apabullante en la localidad. Puedes ver una relación de los mejores hoteles de Calafell en la página de Booking y seguro que encontrarás un buen alojamiento. También en Calafell seguro que la gastronomía te satisfará. No hay que ser un lince para adivinar que los platos de raíz marinera son las estrella de la gastronomía local. Toma nota de dos vocablos clave: Arrossejat y xató.
En nuestra escapada nos alojamos toda la familia en el Hotel Antiga, un establecimiento con mucho encanto que en la parte posterior goza de un espléndido espacio ajardinado en el que cenamos por dos veces de maravilla.
También tenemos muy buenas palabras para el restaurante Kursaal, situado enfrente de la playa en el paseo marítimo. Allí comimos de maravilla y fuimos tratados con gran amabilidad.
Galería de imágenes de nuestra escapada familiar a Calafell, Costa Dorada
Su fabulosa playa y las actividades ligadas a la misma, el legado histórico tan presente, la gastronomía, el deporte (por ejemplo el Nordic Walking o ciclismo) y la especialización en turismo familiar hacen de Calafell un muy buen destino para una escapada o vacaciones con niños en la costa catalana.
Costa Daurada con niños – Calafell
Agradecemos al Patronat de Turisme de la Costa Daurada y a la Oficina de Turismo de Calafell su apoyo para publicar este artículo.
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Este verano estuvimos en Calafell con los niños y todos nos lo pasamos genial, la verdad. El año pasado estuvimos en Comarruga y también nos gustó mucho. Este año en Calafell hemos podido disfrutar de unas vacaciones en familia llenas de sol, playa e historia. Y tranquilidad, mucha tranquilidad. ¿Qué más se podría pedir?
Pues parece un plan de vacaciones, Elene. Sinceramente creo que no se puede pedir más 🙂
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