He tenido la ocasión de realizar mi primera inmersión de buceo. Un bautizo en toda regla en el deporte del submarinismo, admirando los fondos de la playa de Fenals, en la Costa Brava, Girona. Los padrinos de la «celebración» fueron los monitores Erik y Nina y realmente estábamos en familia ya que los novatos eramos mis cuñados, mi mujer y yo mismo.

Durante el curso que realizamos se imparten las ideas fundamentales de iniciación al buceo y utilización del equipo para realizar la primera inmersión. También se aprende a respirar correctamente bajo el agua y algunos consejos útiles para los oídos o sobre la forma de sacar el agua si entra en las gafas de buceo.  La experiencia fue realmente positiva, y como suele ocurrir en estos casos, el tiempo pasó a una velocidad sorprendente.

El centro de buceo Lloret Diving está a muy cerca de la playa, a escasos 40 metros. Esto permite cambiarse tranquilamente en sus instalaciones y desplazarse andando con todo el equipo hacia el agua. La primera impresión es que la botella de aire pesa mogollón y con el neopreno ajustado al cuerpo tienes la sensación de caminar como un Teletubi pero como decía antes, en un momento llegas al agua. Allí ya todo es diferente, y con la ayuda de los dos instructores, enseguida nos pusimos a bucear y a disfrutar.

Nos gustó tanto la experiencia que lo recomiendo a todos los no iniciados. Y si es en un entorno tan lindo como el que ofrece la Playa de Fenals, en la Costa Brava, mucho mejor sin duda.

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